Me di cuenta de que solo tenía una vida cuando el cáncer me dió esta segunda oportunidad. Aprendí a priorizar lo realmente importante y a sonreír por cada buen momento.
Anna, 45 años, cáncer de útero
Nacida en Valencia
Periodista
Cinco mujeres que superaron el cáncer enfrentan el Reto Pelayo Vida en los hielos patagónicos, la mayor extensión no polar del mundo. Durante diez días recorren 70 kilómetros de hielo y roca hasta alcanzar el «nunatak» del Cerro Gorra Blanca (2920 m.), cuya cumbre, cubierta de nieve, inspira su nombre. Esta región, en la frontera entre Argentina y Chile, desafía su resistencia física y mental con paisajes imponentes y condiciones extremas. Siguiendo los pasos de alpinistas pioneros de 1984, estas mujeres simbolizan la lucha, la superación y la posibilidad de conquistar nuevos horizontes tras vencer el cáncer.
La Patagonia alberga los campos de hielo más grandes del hemisferio sur fuera de la Antártida, con 49 glaciares de alto movimiento. En la novena edición del Reto Pelayo Vida, cinco elegidas recorrerán más de 70 kilómetros sin asistencia externa, enfrentando vientos helados hasta el Cerro de Gorra Blanca. Durante 11 días, ascenderán al Glaciar Marconi y atravesarán el Paso Marconi. La expedición pasará por el «Circo de los Altares» antes de dirigirse al refugio de Gorra Blanca, donde ascenderán 1300 metros hacia la cima. El desafío culminará con la colocación de la bandera del Reto en la cumbre patagónica, promoviendo la importancia del ejercicio físico durante y después del tratamiento contra el cáncer.
En una zona privilegiada de la Patagonia, el equipo del Reto Pelayo Vida atravesará el Campo de Hielo y acampará en el Circo de los Altares, a 1300 metros sobre el nivel del mar, con vistas al cerro Torre y Fitz Roy. El objetivo es ascender al Cerro Gorra Blanca (2920 m), conquistado hace 39 años, y ubicado cerca del Paso Marconi, límite con Chile. Esta región ha sido un imán para exploradores desde el siglo XVI, cuando Juan Ladrillero la avistó. La expedición será la primera en la placa de hielo continental realizada por un equipo exclusivo de mujeres supervivientes de cáncer.
Me di cuenta de que solo tenía una vida cuando el cáncer me dió esta segunda oportunidad. Aprendí a priorizar lo realmente importante y a sonreír por cada buen momento.
Nacida en Valencia
Periodista
El cáncer me ha hecho ser muy consciente de la finitud de la vida, la importancia infinita de vivir el momento presente, lo vital que es pasar tiempo con aquellos que quieres, tu familia elegida... Aceptar que a veces uno no puede solo y que, bendita suerte la nuestra, tener a esas personas maravillosas cerca, sosteniendonos cuando ni una misma podía.
Nacida en Madrid
Enfermera
El cáncer llegó a mi vida arrasándolo todo, como un tsunami, pero comprendí que la vida son momentos y que, a veces, lo imposible se hace posible. Me pidió frenar y me hizo apreciar el paso del tiempo, observar cómo crecían las líneas en las manos de aquellos que me las tendían y no retrasar un "perdón". Pero sobre todo, me hizo entender que no hay que esperar a estar bien para ser feliz.
Nacida en Teruel
Maestra de educación especial, infantil y primaria
El cáncer me puso los pies en la tierra, aprendí a valorar el tiempo y las pequeñas cosas que nos encontramos en el camino. Nunca dejé que el miedo me derrumbase y, ahora, me considero una auténtica disfrutona de la vida. Estoy aquí para vivir y comerme el mundo.
Nacida en Reinosa
Enfermera
El cáncer me ha hecho apreciar lo necesario que es aprender a disfrutar de la vida. Cada instante es un regalo.
Nacida en Madrid
Arquitecta