Este reto significa vida para mí. Vida para seguir luchando por lo que se quiere, para poder llegar a la meta desafiando nuestros propios límites, aun cuando parece que no puedes más.
En 1952, Ann Davidson se convierte en la primera mujer que cruza el océano Atlántico a vela. Tras 61 días de navegación desde Estados Unidos a Gran Bretaña y la pérdida de varios de sus dedos debido a la congelación, consigue superar el desafío. En 2009, es Ana Corbella, la primera mujer española en cruzarlo. Desde que en 1876, Alfred Johnson fuera el primer navegante que cruzase el Atlántico, la Transat se ha convertido en un auténtico reto para cientos de navegantes de todo el mundo.
El Reto Pelayo Vida Trasatlántica’2016 contra el cáncer, en su segunda edición, tiene como fin divulgar los beneficios de realizar ejercicio físico durante y después del tratamiento de cáncer. 64 años después de la proeza de Ann Davidson, cinco mujeres que habían padecido cáncer atravesaron el Atlántico en 13 días y 8 horas, uniendo Tenerife, con Martinica. En total 5.083 km a bordo del velero de 73 pies, ‘Cannonball’.
Navegar en sí mismo ya es una aventura, atravesar el Atlántico, una proeza, como la de todas las mujeres que se enfrentan a esta dura enfermedad; queremos dar un mensaje de esperanza, ganas de vivir, superación personal y de autoestima, para todo el mundo: la curación es posible y compatible con una buena calidad de vida.
Este reto significa vida para mí. Vida para seguir luchando por lo que se quiere, para poder llegar a la meta desafiando nuestros propios límites, aun cuando parece que no puedes más.
El poder aportar mi granito de arena a mujeres que como yo han pasado un cáncer de mama, una pizca de ilusión, de esperanza, un simple pensamiento de que después de pasar un cáncer hay más vida.
Cada día hay algo que celebrar, cada día es único. Tengo unas enormes ganas de vivir.
Hay oportunidades que valen la pena y me niego a dar pena. Quiero con todas mis fuerzas volver a vivir una experiencia intensa con grandes compañeras de viaje. Si consigues superarlo, saldrás fortalecida.
Vi un grupo de mujeres con cáncer que subieron el Kilimanjaro. En aquel momento me invadió un sentimiento de superación que me decía que yo también podría realizar una de esas aventuras y enseñarle al mundo que sí se puede.
Como regatista, tal y como puede comprobarse repasando mi currículum Vitae deportivo, he estado vinculado siempre a la vela olímpica, principalmente a las clases Finn y Star. En ésta última navegué junto al campeón olímpico José María Van der Ploeg, llegando a proclamarnos subcampeones de Europa en 2002. En el año 2011-2012 participó a bordo del Team Telefónica en la Volvo Ocean Race, la más dura vuelta al mundo a vela.