Siempre he sido muy optimista y he intentado buscar lo positivo de todo lo que me pasa y sin duda el ir al Polo Norte y tener ahora el pelo rizado son dos premios que me ha dado el haber pasado por un cáncer.
Cinco mujeres que han padecido cáncer viven la aventura del Ártico en su estado más puro en esta tercera edición del Reto Pelayo Vida: recorren más de 100 km a pie, rodeadas de hielo, grietas, icebergs y glaciares, a -35ºC de temperatura y con una carga de 30 Kg. a la espalda sin ningún tipo de asistencia exterior. Una prueba de resistencia para cinco mujeres que demostraron que sí era posible superar una enfermedad como el cáncer y que sí será posible recorrer esta distancia en un paraje espectacular pero a la vez muy agresivo debido a sus temperaturas extremas.
El Reto Pelayo Vida Polar’2017 contra el cáncer, en su tercera edición, tiene como fin divulgar los beneficios de realizar ejercicio físico durante y después del tratamiento de cáncer en un lugar extremo como es el gélido Ártico; el respeto al medioambiente y a nuestros polos.
Recorrer el Ártico en sí mismo es ya una aventura única. Recorrer más de 100 Km por un desierto de hielo y grietas, a -35 grados es ya una proeza, como la de las cinco mujeres que se enfrentaron a la dura enfermedad del cáncer. Queremos dar un mensaje de esperanza, ganas de vivir, superación personal y de autoestima, para todo el mundo: la curación es posible y compatible con una buena calidad de vida.
Siempre he sido muy optimista y he intentado buscar lo positivo de todo lo que me pasa y sin duda el ir al Polo Norte y tener ahora el pelo rizado son dos premios que me ha dado el haber pasado por un cáncer.
He decidido ponerme un reto cada año y qué mejor reto que pisar el inhóspito Ártico. Me gustaría que toda la gente que está pasando por la quimio piense en este momento que el próximo, podría ser él.
Quiero vivirlo todo, coleccionar experiencias que me hagan mejor persona, quiero ensanchar mi alma, mi corazón. Quiero sentir la adrenalina de pisar el Ártico. Quiero vivir.
La vida da oportunidades y la mía llegó en el mismo momento en el que empecé a luchar contra el cáncer. Hay que luchar por la vida, porque solo hay una.
Quiero sentir el frío en mi cara al caminar sobre esa estepa de nieve y hielo y con ese esfuerzo que te da sentir el latido del corazón en la garganta. Me siento capaz, aunque no tenga superpoderes porque el cáncer me puso en mi lugar.
Ha vivido un total de seis años en el ártico y habla de manera fluida el idioma inuit. A buen seguro es el español que mejor conoce el ártico, y muy especialmente Groenlandia, donde tiene casa. Además de su expediciones, Ramón es un apasionado por el conocimiento y la divulgación de las regiones polares, y posee la mejor biblioteca en España sobre el tema, recopilada durante más de veinte años y puesta a disposición pública mediante el Centro de Información Polar, que fundó en 1993.